Nuestro objetivo: poner nuestro granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor para los niños.
Nosotros
La Comunidad de Niños Sagrada Familia es una pequeña asociación fundada en 1988 por Miguel Rodriguez-Candia en Ventanilla, Perú. Se reciben menores de edad de ambos sexos, quienes provienen de circunstancias difíciles. Actualmente en nuestro centro de los Arenales de Ventanilla albergamos a 250 menores entre las edades de 1 mes hasta los 18 años, y educamos y guiamos a un total de 1200 niños del albergue y de los alrededores.
También ofrecemos apoyo para continuar la educación superior para los menores que hayan crecido en nuestro centro. Hoy con mucho orgullo contamos con aproximadamente más de 200 universitarios y muchos de nuestros alumnos ya son parte de la fuerza profesional en trabajos importantes.
Desde que nuestro centro fue fundado, más de 2500 menores han beneficiado de nuestro albergue, educación, y formación Cristiana solida en los valores de comunidad y de igualdad. Todo ha sido posible gracias a nuestro equipo de trabajo, nuestros voluntarios que nos visitan de todas partes del mundo, al igual que las personas que con su apoyo y su buena voluntad nos han proporcionado ayuda.
INICIO DE NUESTRO TERRENO: EL PADRE LUCIANO
Hay muchas historias que pasamos con el padre Luciano desde cómo nos conocimos y todas las locuras "" que hicimos juntos, conocerlo fue quizá el punto de quiebre de mi propia vida, no era una persona era la verdad un ser muy incomprendido, pero totalmente faltó de pensamientos malos por más mal que le hicieran, amaba a María como el solo no tenía ni tiempo para el solo vivía para los demás
Una mañana fría de lima con neblina y garua, lo conocí dando misa en la iglesia de colonial, me llamo la atención que si bien no había muchas personas la fuerza que le ponía en su mensaje y el cómo vivir siendo servidor y no vivir para servirse de Dios, y como nuestras acciones nos hacían sonreír el rostro de Jesús, ese fue el primer impacto nuestras vidas de ahí en adelante se juntaron para vivir sirviendo, no recuerdo la verdad como empezamos a hablar, solo recuerdo que estuve en su moto una Bespino muy chica los dos yendo por barrios lujosos tan dolo para asistir a una señora enferma y hacer oración por ella, al rato estábamos en un barrio pobre de lima Comas a la misma tarea, nos quedamos a comer en un mercado y ahí recuerdo qué me hablo del hogar Monfor, y su tarea de asistir a madres solteras,
Conocí a sus colaboradores una menudita mujer de nombre Laly y otra muy activa si mal no recuerdo Vicky, pero no me fijo todo resulta que ya tenía funcionando un hogar para hombres con problemas de drogas al cual me llevo muy contento
Cuando entré a esa casa sentí que estos jóvenes necesitaban mucho y el padre hacia lo que podía
Él vivió sirviendo de ahí que yo pasaba cada día donde el, siempre una novedad, desde ir a repartir devocionarios, ver enfermos y asistir a estos jóvenes, dura tarea tenía el padre,
De pronto me nombró director de la casa de los jóvenes yo no sabía ni que hacer pues era todo tan rápido, pero a la vez me sentía muy bien era un ser diferente.
Nuestros valores
Allinta Munay - Quiere Bién
Allinta Yachay - Aprende Bién
Allinta Ruway - Hazlo Bién
Un hogar para estudiar, un hogar para construir
Nuestra vida con los animales
Desde el inicio del año, nos pusimos el reto de convivir con distinctos animales. Gracias a una donacion de Cabras, conejos y gallinas, de la Granja Villa, lanzamos el proyecto educativo en marzo, desde entonces crecio nuestra pequeña fgnaja con el nacimiento de mas conejos y una familia de patos.
El aporte afectivo y pedagogico con los menores esta dando frutos.
Nuestra historia
La historia de nuestra Comunidad comenzó con una historia personal.
A fines de la década de los 80, el fundador de nuestra Comunidad perdió su hijo menor a los seis meses. Al salir del Hospital del Niño, se encontró con dos niños de la calle que pedían asistencia medica sin poder pagar la consulta (escaso tres soles). Decidió pagar la consulta para que los atendiera, pero fue demasiado tarde para uno de ellos y también falleció. En ese momento tomó la decisión de nunca mas vivir ausentes del dolor ajeno, y comenzó esa pelea por hacer que todos los niños tuvieran un hogar. Lo que comenzó por ser una iniciativa individual con 4 niños de la calle creció a ser una asociación que a través de los años ha albergado, educado y guiado miles de niños.