Nuestro objetivo: poner nuestro granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor para los niños.
Apoya el proyecto de la Comunidad de Niños Sagrada Familia en Ventanilla, Perú a donde más de 1000 niños se esfuerzan cada dÃa por conseguir un futuro mejor.
Nosotros
La Comunidad de Niños Sagrada Familia es una pequeña asociación fundada en 1988 por Miguel Rodriguez-Candia en Ventanilla, Perú. Se reciben menores de edad de ambos sexos, quienes provienen de circunstancias difÃciles. Actualmente en nuestro centro de los Arenales de Ventanilla albergamos a 250 menores entre las edades de 1 mes hasta los 18 años, y educamos y guiamos a un total de 1200 niños del albergue y de los alrededores.
También ofrecemos apoyo para continuar la educación superior para los menores que hayan crecido en nuestro centro. Hoy con mucho orgullo contamos con aproximadamente más de 200 universitarios y muchos de nuestros alumnos ya son parte de la fuerza profesional en trabajos importantes.
Desde que nuestro centro fue fundado, más de 2500 menores han beneficiado de nuestro albergue, educación, y formación Cristiana solida en los valores de comunidad y de igualdad. Todo ha sido posible gracias a nuestro equipo de trabajo, nuestros voluntarios que nos visitan de todas partes del mundo, al igual que las personas que con su apoyo y su buena voluntad nos han proporcionado ayuda.
Nuestros valores
Allinta Munay - Quiere Bién
Allinta Yachay - Aprende Bién
Allinta Ruway - Hazlo Bién
Un hogar para estudiar, un hogar para construir
Nuestra vida con los animales
Desde el inicio del año, nos pusimos el reto de convivir con distinctos animales. Gracias a una donacion de Cabras, conejos y gallinas, de la Granja Villa, lanzamos el proyecto educativo en marzo, desde entonces crecio nuestra pequeña fgnaja con el nacimiento de mas conejos y una familia de patos.
El aporte afectivo y pedagogico con los menores esta dando frutos.
Nuestra historia
La historia de nuestra Comunidad comenzó con una historia personal.
A fines de la década de los 80, el fundador de nuestra Comunidad perdió su hijo menor a los seis meses. Al salir del Hospital del Niño, se encontró con dos niños de la calle que pedÃan asistencia medica sin poder pagar la consulta (escaso tres soles). Decidió pagar la consulta para que los atendiera, pero fue demasiado tarde para uno de ellos y también falleció. En ese momento tomó la decisión de nunca mas vivir ausentes del dolor ajeno, y comenzó esa pelea por hacer que todos los niños tuvieran un hogar. Lo que comenzó por ser una iniciativa individual con 4 niños de la calle creció a ser una asociación que a través de los años ha albergado, educado y guiado miles de niños.